Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2019

Tus piernas

Sé que te lo digo a cada oportunidad y no me arrepiento de mi repetitividad.  Esas largas, curvilíneas y tonificadas piernas son mi deleite. Aquellas son los imponentes pilares de marfil que flanquean las rutas del placer carnal y miserable que eleva mi espíritu, pues al norte de los minantares está el templo de Venus donde labios trémulos depositan tributos de rojos y húmedos besos y al sur se alza, entre los montes nevados y tersos, el altar de Sodoma, ante el cual arrodillo mi voluntad y en donde sepulto mi furia. Tus piernas son las torres de las mil formas y de los mil escenarios: se envuelven alrededor de mi cintura como un candado que me encierra en tu intimidad para ser consumido por ella; reposan en mis hombros para darme apoyo al embestir las entradas de tus ciudades capitales mientras asalto la pequeña cúpula al norte de las puertas, de donde escapan tus gemidos; caen a mis costados dándome la bienvenida a tu cuerpo, ya sea para atacarlo con abandono o para entonar suaves

A ti, episodio 2

Por razones que la ciencia, la religión y Jaime Maussán fallarán para explicar, decidiste ser mi amiga y acercarte a mí para hacerme compañía durante mis estudios sin salir huyendo a la primera oportunidad. Lo que al principio creí que sería el efecto de alguna poderosa droga que habías consumido, pronto se volvió mi realidad cotidiana. Ahí estabas: sonriente y conversando con mi estupefacta persona. Y, a pesar de lo que mis cansados globos oculares me contaban, aún me resistía a creer que aquello estaba relacionado directamente conmigo, pero en el fondo disfrutaba igualmente de tu compañía. Llegabas a la escuela con tu pequeña y vivaz humanidad y, entonces, lo que había iniciado como el simple "pasar el rato" entre nosotros, pronto se convirtió en la promesa segura de verte cruzando aquellos grises pasillos con tu paso aniñado, to sonrisa pícara y amigable y esos ojos soñadores y melancólicos que tan bien enmarcaban tus lentes de abuelita. Ibas y venías curioseando sa

Esperar (Escrito originalmente el 13 de Junio de 2013)

Rayos, qué emo era en 2013 (mi yo de 2019 intentado disimular) ¿Hasta dónde es correcto esperar? ¿A partir de cual punto se pasa de ser impaciente a ser estúpidamente optimista? Se dice que actúo con mezquindad y despotismo al exigir una respuesta, al solicitar una palabra tuya. Pero ¿a caso no es eso síntoma de lo mucho que necesito tu voz o de lo ansioso que estoy por sentir tu presencia?. Me arropo en el silencioso rincón de mis días, con el anhelo de tu atención y me ahogo en imaginaciones de noches que nunca fueron y días que nunca serán. Al final, soy la única víctima de mi tiranía, pues soy yo quien sale derrotado en una lucha que sólo existe en mis sueños.

El Ardor de la Carne - Películas Malditas

La historia del celuloide siempre ha estado repleta con películas que cargan con el ya erosionado apelativo de "malditas". Pero con tal término no me refiero a esos terribles trabajos cuyos valores de producción hacen sonrojar al crítico que se llena de pena ajena al contemplar tales catástrofes comerciales. Me refiero directamente a esa casta de filmes que  ofenden  a críticos y espectadores, a miembros de la sociedad y de la industria por igual, incluso con su mera existencia. Trabajos cinematográficos que son célebres por ser considerados pecados fílmicos, incitadores del mal o alabanzas al horror. Dentro de este panteón de películas, excomulgadas del círculo celeste destinado al "buen cine", se pueden encontrar dos grandes categorías de filmes malditos: aquellos cuyo pecado es el de la sangre y otros que pecan de carne. Los primeros son filmes que evocan el morbo de la violencia, de la brutalidad y el odio que viven dentro de todos nosotros, instintos inten