Como el científico wanna-be que soy, me muestro escéptico ante temas de todas clases y magnitudes. Me gusta tener confirmación de fuentes y prefiero tantear con cuidado en el ámbito de lo que supongo que sé.
Ya sea en temas de ocultismo, religión o ciencias paranormales, creo que comparto la visión de la gran comunidad escéptica mundial.
Lamentablemente, parece que gran parte de esta comunidad cae en alguna especie de "escepticismo dogmático" cuando se habla de temas sobre conspiraciones (gubernamentales, religiosas, políticas, sociales, etc).
Ciertamente, yo no conozco a ninguna persona que haya podido dar fe de alguna de las tantas teorías sobre conspiraciones que pueblan el submundo de internet y que circulan con tanta libertad y aceptación, en la forma de cadenas de correo, rumores, chismes, post, videos de youtube, etc.
Sin embargo, si algo se ha de reconocer a estas teorías "conspiracionistas" es que su naturaleza de hipótesis válidas es innegable.
Una hipótesis es un enunciado que pretende establecer la correlación entre dos hechos, o una predicción referente a un fenómeno.
1 Yo predigo que si suelto una zanahoria de mi mano, elevada del piso a 1 metro de altura, ésta caerá al piso.
2 Yo digo que existe una fuerza que actúa para atraer a una zanahoria, que suelto de mi mano, hacia la tierra.
Burdas y simplonas, ambas son hipótesis. Su formulación se debe al hecho de que he apreciado una correlación en ciertos fenómenos en la naturaleza, o que he realizado alguna observación que me provee de una certeza estadística sobre mis afirmaciones.
Su validez, es harina de otro costal. Mis hipótesis pueden o no ser confirmadas o verificadas, pero tengo toda la autoridad del mundo para elaborarlas.
La mayoría de las ideas conspiracionistas (al menos las que no involucran seres demoniacos, extraterrestres o viajes en el tiempo) están basadas en observaciones empíricas hechas sobre ciertos fenómenos sociales.
Una de las más interesantes, afirma que en E.U.A. se dió un florecimiento del negocio de la prostitución, de negocios que expendían licor y tráfico de drogas que eran desconocidas en el mundo, justo cuando ocurría la más fuerte lucha por los derechos civiles de la gente negra de aquella nación, y curiosamente, en sus barrios. El rumor afirma que esta medida fue tomada por el gobierno para debilitar a la gente y al movimiento, además de brindarles una pésima imagen y así quitarles cualquier validez.
Ciertamente pueden existir un sinnúmero de evidencias que demuestren lo contrario y ninguna que afirme esta hipótesis, pero ello no la demerita como tal.
Lo que choca con mi entendimiento, son las declaraciones de muchos "escépticos" sobre estos temas, que como primer objeción siempre esgrimen un "yo no CREO que alguien pueda llegar a un nivel tal de logística" o "los gobiernos no son omnipotentes".
En primer lugar, creer no significa nada. Creer es asumir algo como cierto o verdadero, en base a un pensamiento, y nada más.
En segundo lugar, asumir que sólo alguien OMNIPOTENTE puede tener los medios logísticos o materiales para realizar una política de ese tipo, es lo mismo que tacharlo de imposible.
Además, se presentan dos grandes falacias argumentales. Los conspiracionistas asumen que lo que ellos creen es cierto, porque no se puede demostrar falso, pero los escépticos dogmáticos asumen que las ideas conspiracionistas son falsa porque no se pueden demostrar verdaderas. ambos están cayendo en la falacia del argumento a la ignorancia.
Ciertamente, quien propone tiene la obligación de demostrar, pero quien cuestiona el argumento, también está en la oblicación de hacerlo con una base.
Ejemplo 1: Escéptico Dogmático
A: Yo creo que el gobierno planea volvernos una raza gorda y estúpida, llenándonos de frituras.
B: Eso no es cierto. Yo no creo que eso pueda pasar, ningún gobierno tiene el poder para hacer eso.
Ejemplo 2: Escéptico Racional
A: Yo creo que el gobierno planea volvernos una raza gorda y estúpida, llenándonos de frituras.
B: Eso no es cierto, estudios demuestran que la inteligencia no está ligada a la masa corporal y no existe ninguna correlación comprobable entre la proliferación de negocios de churritos y alguna estrategis social del gobierno.
En resumen: No se puede negar una hipótesis con argumentos de fé.
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